

Tiempo atrás os ofrecimos la introducción contándoos los conceptos básicos del plegado de chapa, en esta ocasión iremos un poco más allá para explicaros los factores que influyen a la hora de “ponerse manos a la obra”.
Cada material al que nos enfrentamos a la hora de trabajar, es diferente,no solo por las necesidades específicas de cada cliente, si no porque cada chapa/lámina es diferente aun dentro del mismo paquete.
Por eso, explicaremos en detalle algunos de los factores que influyen a la hora del plegado:
Acabado de la chapa: lagrimada o estriada
En este caso, el plegado es muy complicado: la trama de las lágrimas en diferentes espesores causa problemas dimensionales en grados y medidas de los plegados.
El plegado varía considerablemente si la lágrima está posicionada hacia abajo o hacia arriba y la dificultad aumenta cuando tenemos contraplegados.
En 2 plegados en paralelo en el mismo sentido no siempre se incide sobre el mismo punto de la lágrima y el ángulo de plegado puede variar en función de si el plegado se realiza en el centro del agujero o en un extremo de este.
Diferencia de espesores
Los fabricantes suministran la chapa con una tolerancia (±) del espesor que puede ser alrededor de un 10% por lo que la diferencia de espesores puede causar falta de precisión en el ángulo de plegado.
Sentido de laminación
Durante el laminado, la estructura cristalina se estira; el material adquiere diferentes propiedades mecánicas a lo largo de su longitud que a lo largo de su anchura.
Dependiendo de si una chapa se dobla paralela o transversalmente a las fibras laminadas, se obtendrá fácilmente una diferencia en grados del ala y un desarrollo distinto.
A efectos prácticos es mejor doblar una pieza con las fibras perpendiculares a la línea de plegado porque la chapa ofrece una mayor resistencia y, en presencia de materiales tenaces, menos tendencia a provocar grietas en el lado exterior del radio.
En el caso de los aceros de alta resistencia contamos con tablas oficiales que nos muestran el radio interno mínimo del punzón y el ancho de la matriz a utilizar en función de la dirección de laminación.
Curva de tensión/deformación
El comportamiento del material durante el proceso de plegado se refleja en la curva tensión/deformación. En esta se hace una distinción entre la región elástica y la región plástica, lo explicamos:.
En la región elástica el material vuelve a su estado original cuando cesa la fuerza. La deformación aumenta proporcionalmente a la fuerza aplicada; la pendiente de la línea E, el módulo de elasticidad, indica la rigidez del material.
La región plástica es cuando la fuerza pasa cierto valor crítico, el material mostrará deformación plástica. Esto se conoce como el límite elástico. Un cambio permanente ocurre en la estructura cristalina del material de la chapa.
Retorno elástico
El retorno elástico depende lógicamente de la naturaleza del material de la chapa. Cuanto más rígido sea el material, mayor será el retorno elástico. Este retorno elástico en materiales blandos (cobre) puede ser de 0,5º, en acero al carbono de 1º y el espesores mayores o inoxidable hasta 3º.
Flexión de la máquina
Cuando se ejerce un alto tonelaje, la flexión ocurre inevitablemente en sentido longitudinal en la herramienta superior y en la inferior. Como resultado de esta desviación, las herramientas superiores e inferiores ya no están paralelas durante el proceso de plegado, lo que a su vez provoca variaciones en el ángulo de plegado a lo largo de la longitud del producto.
Como habréis observado, plegar una chapa no consiste en introducirla en la máquina y esperar al resultado esperado, requiere de un estudio previo así como de un operario especializado. Por suerte, en Nebrinox contamos con el mejor equipo humano posible, como hemos dicho en otras ocasiones, nuestro mayor activo.
Info: interempresas.net