

A la hora de llevar a cabo un trabajo de corte láser, entran en juego varios factores. Además de contar con la tecnología necesaria y un equipo de supervisión especializado, las factorías del metal manejan sus operaciones mediante las mesas faquir o, también denominadas, mesas de corte láser.
De este modo, las grandes planchas de metal se colocan sobre ellas para garantizar una mejor estabilidad y precisión en el corte.
Es entonces cuando el haz de luz atraviesa el material, produciendo así el corte deseado. Si queréis conocer más sobre esta parte del proceso y cómo se generan los diferentes haces de luz láser, podéis descubrirlo aquí.
Como efecto secundario, el corte láser genera residuos que se quedan impregnados en los peines de las mesas, ensuciando así donde reflecta el haz de luz.
Para asegurar una correcta ejecución en el corte es necesario mantener limpios estos peines, además de que la calidad del proceso está estrechamente vinculada.
A veces, no es suficiente sólo con la limpieza, y se deben cambiar estos peines por otros similares.
Así se verían unos peines sucios tras un corte láser y tras la correcta limpieza posterior
Dentro de la instrumentación metalúrgica, existe una máquina específica para la limpieza de los peines de la mesa faquir, denominada pulidora de mesas de corte láser.
Tras varias pasadas, la pulidora deja los peines en un estado óptimo para continuar con el proceso, os mostramos el proceso en el siguiente vídeo.